sábado, 24 de abril de 2010

Sobre la felicidad, el bienestar y la vida.

Sobre la felicidad, el bienestar y la vida.
Para mí, estos días son especiales para pensar, recordar, replantear cosas, imaginar, rezar, valorar, extrañar y amar. Tantas cosas más que uno deja de hacer cuando se dedica a lo que el mundo te demanda y a lo que uno accede porque simplemente: accedemos a lo que se nos pide o perdemos en un "mercado en donde se subasta la vida". En donde con un poco de imaginación, podríamos describir la existencia de estantes de supermercado, donde se pueden encontrar productos para la salud, dinero, amor, pobreza, enfermedad, indeferencia, solidaridad, educación, riqueza, etc. Ofertas: mucho dinero + una posición ejecutiva + indiferencia: felicidad relativa (desajuste psicológico) Necesidades básicas + familia: felicidad absoluta (ajuste psicológico) dos por uno.

Soy conciente de que también a veces no existen opciones y hay que escoger una posibilidad entre muchos productos que puedan haber en los anaqueles. Los pobres suelen tener que conformarse con acceder a un 1/2 kilo de esperanza, salud, compañía, solidaridad, etc. Mientras que algunos tienen la suerte de poder optar por un paquete y puntos bonus para seguir viviendo.

Aquí algunos sustentos:
1. En esta última década se han hecho una serie de investigaciones sobre la felicidad y el bienestar y como es predecible, los Estados Unidos fue el país sorteado como el laboratorio social adecuado para dicho estudio. Los estudios arrojaron que los habitantes consideraban que lo más importante en la vida estaba relacionado a la riqueza-dinero, la familia, las relaciones entre amigos, contribuciones comunitarias y la autorrealización personal. Se concluyo después de un fino análisis que la existencia de valores inclinados a la riqueza y el dinero eran responsables de desajustes sociales. El resultado de esto: un deterioro familiar, amical, comunitario y de autorrealización. Parece que hay factores que ameritan ser la esencia y base de todo, no descuidemos eso y por otro lado, el sueño americano parece ser una pesadilla.

2. Desde el punto de vista científico y neuroanatómico se han evidenciado mecanismos de neuroadaptación en donde la naturaleza homeostática del organismo del ser humano se ve alterada y es remplazada por otro mecanismo adaptativo, conocido como Allostasis. Dicho mecanismo es responsable de nuevos circuitos neuroquímicos que permiten al ser humano adaptarse a un nuevo estilo de vida compulsivo o enfermizo que por mas adaptativo que sea no es lo mas saludable. Un claro ejemplo de las consecuencias de este fenómeno de neuroadaptación las podemos evidenciar en el proceso de adicción y sus consecuencias en las personas que consumen drogas, las cuales pasan de ser simples consumidores a ser dependientes de la sustancia. Lo que viene después son consecuencias psicológicas, fisiológicas y conductuales del proceso de abstinencia para caer en un abismo de desesperación, en un si sabor de la vida, puesto que los niveles de sensación de placer o felicidad en esta etapa, solo se estimulan con la dependencia a algo (drogas, alcohol, dinero, juegos, cosas, etc.) en este sentido la felicidad y el bienestar puede estar en riesgo, esa sensibilidad del SNC y cognitiva del placer natural a las cosas grandes o pequeñas desaparece. Habría que preguntarse ¿donde estamos poniendo nuestro corazón?. Ojo al piojo, un consejo hasta de un conejo.

Jesús Pareja

Fenomenología de la experiencia

Una barata explicación fonomenológica de la experiencia

Intento explicar algunos aspectos cotidianos desplegandome de los conocimientos tradicionales para sumarme a un ejercicio de lenguaje simple de algo fonomenológicamente deficil de explicar. Lo tomo como un reto y me atrevo llamarlo fonomenología barata de la experiencia, una forma comprensible de la fenomenología cogiendome de la psicología cognitiva.

Los estímulos que se nos aparecen son atrapados de manera automática por nuestros sentidos. Estos estímulos no se dan de manera pasiva, es decir, no son meros estímulos que se dejan atrapar por el ser conciente, son también estímulos o moléculas cuánticas, átomos que conforman una materia percibible o no, según su composición. Poseen un nivel de vida, por decirlo así muy rudimentaria, por lo tanto tienen la capacidad de ir al encuentro de los sentidos.
En este sentido, la materia constituida y sus agregados, producto de un proceso de transformación, tienen también algo que decirnos, por un lado su materia prima, con sus agregados y por último el concepto final, el todo: forma, color, textura, aroma, sabor, función, etc. Todo esto brinda una experiencia mutua entre objetos -animados e inanimados- de acuerdo a nuestro nivel de percepción.
El paso siguiente es la experiencia que se transforma en un conocimiento automático que puede dar paso a un aprendizaje de tipo pavloviano y seguramente también, un aprendizaje mas sofisticado, cognitivo.
El fenómeno entonces es tan divierso como diversos son sus productos: ideas, opiniones, cultura, religión, ideologías, creaciones diversas domesticas, arte, opiniones, etc. Se podría decir entonces que habría que abrir bien los ojos para saber que es lo que se nos aparece o que es lo que se nos está tratando de decir. La experiencia resulta entonces una subjetividad, puesto que el ser humano interpreta lo que se da en el medio ambiente donde vive y en donde los otros, independientes entre sí y agentes de su propio yo, tienen otras experiencias que resultan verdaderas para su agente perceptor –dueño- pero relativas para su otro existente fuera de él. El ser humano entonces no tiene todavía, la capacidad de poder conocer; aún se encuentra contemplando las sombras de la caverna alegórica de Platón.

Ahora puedo comprender mejor ese hermoso cuento de Antoine de Saint-Exupéry. La verdad se asoma de manera natural, sin engaños y sin disfraces, somos nosotros los que nos engañamos e interpretamos lo que es por lo que nos parece o se nos ajusta mejor.

Jesús Pareja